El sector de la cerámica es uno de los más afectados por el aumento de los precios de la energía. La factura de gas de la compañía CINCA , ubicada en el norte de Portugal, se multiplicó casi por cinco, pasando de 300 000 a casi un millón y medio de euros al mes.
"El gas y la electricidad representaban alrededor del 30 % de nuestros costes de producción y ahora representan más del 55 %, lo que repercute en nuestra producción, nuestros precios y nuestros beneficios", explica a las cámaras de Euronews, João Lima, director general de CINCA.
A principios de este año la empresa tuvo que cerrar durante un mes y medio, y puede que no sea la última vez. Para evitar más cierres, sus directivos intentan reducir el consumo de energía y estudian nuevas inversiones.
"Estamos analizando inversiones en términos de cogeneración, quiere decir de utilizar la energía del calor de los hornos, pero son inversiones que no son fáciles de hacer en este momento", admite Lima y agrega: "Sobre todo porque al mismo tiempo, en esta tormenta perfecta, tenemos la inflación que nos obliga a hacer una determinada gestión de las inversiones, ya que los tipos de interés están subiendo cada vez más".
Lima ha estado esperando para CINCA el paquete de ayudas de la Unión Europea y del Gobierno portugués para las empresas.
"Este retraso de las ayudas es muy perjudicial. Llevamos varios meses intentando equilibrarnos, y no ha sido fácil sin un apoyo político y económico claro".
Euronews intentó contactar otras empresas del sector, pero no han querido hablar de este asunto. Dicen que por ahora prefieren esperar a las medidas que el Gobierno portugués que ha prometido para apoyar a las empresas tras la celebración del Consejo de Energía en Bruselas.